Cuéntanos tu trayectoria profesional, ¿has estado siempre vinculado al sector inmobiliario? ¿Dónde?
Inicio el romance con el sector inmobiliario en 1994, a mis 31 añitos, y después de diversos trabajos como seguridad privada, relojería joyería, y posteriormente vendiendo sistemas de alarma. Ese romance, ya convertido en un matrimonio de por vida, se inicia en Gilmar, donde comienzo como agente vendedor porque allí se trabaja captación y venta por separado. Cuando recuerdo esos inicios, sin portales inmobiliarios, sin fotografías, simplemente con un anuncio en prensa de diez palabras por piso como máximo, me doy cuenta de cómo ha evolucionado el sector. En aquellos tiempos, teníamos que describir al cliente el piso por teléfono, mientras que ahora con un mensaje se concierta la visita. En un año pasé a captación. La venta no me resultaba lo suficientemente gratificante, y además era considerado un ascenso en la empresa. Así estuve hasta el 2001, donde cambié a Look and Find como director de una oficina de nueva apertura en Chamberí, y bajo la misma marca durante ocho años, fui director comercial de otras tres oficinas en la zonas de Delicias, Cortes y Austrias. Con la crisis del 2008, las oficinas no podían mantener el puesto de director comercial y los gerentes estaban obligados a cerrar o reducir gastos, así que con la que estaba cayendo, en 2009 volví bajo el paraguas de Gilmar a enfundarme de nuevo el uniforme de captador, donde estuve hasta 2014.
¿Desde cuándo trabajas en RE/MAX?
En junio de 2014 firmé mi compromiso con RE/MAX.
¿Por qué decidiste empezar a trabajar con RE/MAX? ¿Qué te aportó con respecto a tu anterior trabajo?
La verdad es que mantuve entrevista con tres franquicias para decidir con qué marca abrir oficina propia. Una de esas marcas fue RE/MAX, y por suerte mi mejor amiga trabajaba con Ricardo Iturriaga, al que comentó que estaba dando esos pasos.
Ricardo le pidió que me trasmitiera el deseo de mantener una entrevista antes de tomar una decisión, y así lo hice. Para ser sinceros, en ese momento no me había decantado por RE/MAX, es más, me decanté por lo que en ese momento era RE/MAX URBE, y sobre todo, mi decisión fue trabajar con Ricardo Iturriaga, algo de lo que nunca me arrepentiré, porque junto a la marca, me han aportado una visión del sector que nunca había tenido. Trabajar con autónomos, con uno de los porcentajes de remuneración más elevados del mercado, con un Broker como Ricardo con una trayectoria intachable, con la constante de ser el number one en todos los rankings, y con un crecimiento de grupo y de marca prácticamente único en el sector, es la mejor y mayor aportación que nadie puede recibir en este sector.
¿Qué valoración haces de estos años?
Asumiendo poder parecer el tipo más pelota del Grupo, de RE/MAX y del sector, mi relación con Ricardo Iturriaga y RE/MAX GUPO URBE, sin desmerecer en absoluto las marcas y los pasos dados anteriormente, es lo más gratificante que he vivido profesionalmente hablando, y muy gratificante incluso de forma personal. En estos casi nueve años, hemos vivido un arranque de oficina espectacular, en una oficina modesta sita en una entreplanta de la calle Narváez, mudándonos al cumplir un año a la oficina de Cavanilles, sufriendo un hecho histórico como la maldita pandemia, y ahora trasladándonos a nuestra nueva ubicación, con nuestro recién estrenado nombre de RE/MAX URBE MÁS. Por tanto, en su conjunto es una valoración muy positiva, porque con todo lo pasado, aún estamos aquí, y además con ilusión renovada.
Ahora comienza una nueva etapa, háblanos de la nueva oficina, la decisión de esta nueva ubicación…
Realmente, la sensación que tengo no es la de empezar una nueva etapa, es más la sensación de retomar etapas anteriores a la pandemia. URBE III fue única en su arranque, y así fue hasta la llegada del maldito bicho. Éramos una oficina con mucha sinergia y compañerismo, conversaciones interminables sobre el sector, donde los agentes nuevos aprendían sin power point, proyectores ni diapositivas, sino con realidades vividas por los veteranos. Eso nos lo quitó la maldita pandemia. Además de todas las desgracias vividas, a nosotros nos robó la sinergia, la cercanía y el maravilloso ambiente que teníamos hasta ese momento. La nueva oficina está ubicada en el distrito de Arganzuela, concretamente en la calle Ferrocarril 38, una zona de mucho más paso peatonal, mucha más “vida”, mejor ambiente, y perdón por la expresión, pero es la que mejor define la oficina, transmite un buen rollo que necesitamos, y personalmente necesito, para poder ser MÁS aún que URBE III, por eso el nuevo nombre.
¿Qué perspectivas tienes para la oficina, qué retos te planteas?
Sonará extraño, pero el reto es retroceder. Quiero avanzar hacia atrás, hacer un moonwalk como hacía de forma espectacular Michael Jackson, volver a ser la oficina donde todo el mundo quiere ir tomar un café para aprender charlando y divirtiéndose a la vez.
¿Qué le dirías a alguien para que se uniese a ti en este nuevo proyecto?
Fácil, ¿quieres emprender y aprender sin aburrirte? Tu sitio es RE/MAX URBE MÁS.
¿Cómo ves el mercado inmobiliario, qué balance haces?
En treinta años he vivido muchos cambios del sector. Como he comentado al principio, cuando empecé no existían los portales inmobiliarios, mucho menos las redes sociales, y ser agente inmobiliario era como ser agente secreto, no sabía nada más que el entorno más cercano a lo que te dedicabas. Ahora es totalmente distinto. Nos falta muy poco para llevar pantallas led en el pecho anunciando pisos o diciendo a qué nos dedicamos, y lo siento, pero creo que en parte se está perdiendo la esencia de nuestro trabajo. Todos esos avances han facilitado nuestra vida, pero también el intrusismo barato en el sector. Me voy a poner madrileño castizo y gato, porque lo soy: “Estoy a unos diez minutos de cumplir 60 castañas, y llevo casi la mitad de lo pateao por los madriles en este laburo, luchando por hacer chipen y chachi esta profesión, y me da jindama que se descuaje la madre del cordero de lo que nos ha puesto los gabrieles en la mesa durante tantos años por los que están pasando de tapadillo por aquí.” Traduciendo, me preocupa que el uso masivo de las redes por empresas que acuden donde ven posibilidad de negocio fácil, el intrusismo de algunos portales inmobiliarios que facilitan al particular herramientas para que puedan obviar al profesional, no pueda ser compensado con la preparación y profesionalidad que los agentes de RE/MAX, y en especial de RE/MAX GRUPO URBE.
¿Te atreves a darnos una visión del mercado para este año? ¿Qué crees que le espera al sector?
Atreverme, con mucha cautela, pero me atrevo. Si vemos, leemos o escuchamos las noticias, a la conclusión que podemos llegar es que depende de quién y dónde, así va la tendencia del mercado. Si miramos en fuentes menos parciales, por ejemplo Registradores de la Propiedad, o el colegio de Notarios, la tendencia en el número de compraventas en Madrid capital lleva siendo negativa unos meses, pese a que en la mayoría de los distritos el precio aún sigue al alza. Creo que estamos en plena cresta de la ola, y la suma de los tipos de interés disparados, la inflación tan elevada y los gastos básicos de cualquier hogar multiplicados de forma considerable, son el cóctel perfecto para que los precios no solo se moderen sino que bajen, aunque imagino que de forma dispar según distritos. Todo ello me lleva a pensar, que será un momento más óptimo para los perfiles captadores, que son la base de nuestro negocio. Los propietarios han tenido muy llano el camino para vender, pero si llegan las dificultades necesitan profesionales que les ayuden con esa gestión, y de esos profesionales RE/MAX GRUPO URBE está lleno.