(La revista Arquitectura y diseño ha publicado un artículo contando con la opinión de dos de nuestras agentes, Analía y Cristina Pesquera, y lo reproducimos a continuación)
Unas veces por modas, otras por empeño personal, pero lo cierto es que cuando llega la hora de afrontar una reforma en casa, bien porque es de reciente adquisición, bien porque quieres darle un aire nuevo, al final es difícil escuchar a nuestro lado sensato del cerebro, para dejarnos llevar por el clásico “tiremos la casa por la ventana”. Pero si no lo piensas bien, puede acabar convirtiéndose en literal.
Ojo que no estamos diciendo que no la hagas tuya, ¡faltaría más! Va a ser tu hogar y tienes que sentirte lo más cómodo posible. Pero a veces no caemos en la cuenta de mirar un poco a futuro. Y aunque hoy estés feliz y a gusto, puede que el día de mañana, te canses o incluso te plantees vender o alquilar tu casa.
Así que hemos decidido que sean las expertas quienes nos den pistas sobre lo que no debemos hacer para non tener que arrepentirnos después. Y Analía y Cristina Pesquera, Asesoras Comerciales Inmobiliarias de RE/MAX GRUPO URBE, saben de lo que hablan porque ante sus ojos han desfilado auténticas aberraciones con las que luego, poco se puede hacer. “Como ese maravilloso piso de tres millones de euros cuyos propietarios consideraron de lo más oportuno construir un aseo de cortesía en medio del salón, una caja en todo el centro. O los que se empeñan en crear baños en suite aunque luego haya que pasar de costado por no cumplir con las medidas mínimas”.
Atendamos, pues, a la voz de la experiencia y valoremos seriamente las cosas que deberíamos pensarnos dos veces antes de ponernos manos a la obra si queremos hacer reforma o actualizar nuestro hogar. No vaya a ser peor el remedio que la enfermedad.
Nada de hacer reformas personalizadas. Para gustos los colores, pero esos tampoco son los mismos para todos.
No abusar de los paneles de madera. Están de moda sí, aunque no son para todas las casas.
Nada de exceso de molduras en viviendas con techos bajos.
Modificar habitaciones generando formas irregulares y con difícil aprovechamiento del espacio.
Dividir una habitación entre salón y otro dormitorio.
En casas de más de 140 metros cuadrados, dejar un solo dormitorio y en suite, además de diseñar un vestidor a medida de la ropa del propietario.
Vestir armarios solo con estantes y sin barras de colgar ni cajoneras, solo colgadores para ropa corta sin posibilidad para colgar abrigos o gabardinas.
Como está de moda unificar los suelos, en las zonas secas se tiende a colocar tarima y en baños y cocina los cerámicos imitación madera generando más contraste que unidad, sin mencionar el tapajuntas en acero que se sitúa entre ambos tipos de suelo para unificar su aspecto.
Usar el mismo motivo de papel decorativo para pasillos, aseos, baños y cocina.
Otro error típico es cambiar los artefactos del baño para modernizarlo y únicamente cambiar el alicatado del plato de ducha.
Materiales como el hormigón o el ladrillo dotan de tanta personalidad a un espacio que deshacerse de ellos después es difícil.
Los muebles de obra son preciosos pero para toda la vida y con un estilo muy peculiar.