Con tantos admiradores como detractores, la palabra y el hecho de alicatar, pone en alerta siempre. Pero lo cierto es que la mayoría de las casas, incluso de nueva construcción, siguen apostando por alicatar las zonas de agua. Así que, puesto que es una realidad que nos acompaña, lo mejor es entender que no todos los alicatados son como los de las casas de nuestros abuelos, y que pueden llegar a jugar un papel fundamental a la hora de imprimir estilo a nuestra cocina. Te contamos algunas ideas.
Por los suelos. ¿O acaso pensabas que el azulejo es solo para las paredes? Te presentamos al gres porcelánico para el suelo, el más resistente de todos y que además es de no-absorción. Lo mejor es que sea de un tono neutro, que puedas combinar con cualquier elemento de color del resto de la cocina.
A media pared. Si no quieres alicatar toda la pared de suelo a techo, te proponemos hacerlo solo hasta donde alcanza la zona de agua y en esos muebles en concreto. Es decir, en la pila y la placa de cocina. El resto de la cocina puedes dejarlo con pared lisa de acabado especial para que sea de fácil limpieza. En ese caso, haz que esos azulejos sean diferentes, bien apostando por un tono fuerte que destaque, bien utilizando de gran formato o pequeño formato.
Viva lo clásico. Nos morimos por el estilo vintage y retro pero rechazamos los azulejos blancos de toda la vida de la cocina, así que, ¿qué te parece apostar por un estilo retro a propósito? La llamada cerámica de “metro” es la típica blanca tradicional de 15×30 centímetros que se colocan con una junta de 2 milímetros, y son geniales en una cocina que se mueve entre lo industrial y la madera.
Texturas y relieves.Uno de los grandes problemas de la palabra alicatar es que rápidamente lo asociamos al clásico azulejo, pero hay cerámicas con relieves y texturas, que también son alicatados y no tienen nada que ver con el estereotipo al que estamos acostumbrados.
A lo grande. Una idea que cada vez tiene más aceptación es la de cerámicas de gran formato. De esta forma, se consigue una cocina con pocas juntas pero todas las virtudes de un porcelánico, como que es fácil de limpiar, color personalizable, no pierde tonos y no se mancha.
Destacando. ¿Cómo? Pues por ejemplo eligiendo para el frente de la encimera una cerámica diferente a la del resto de las paredes de la cocina.
La combinación perfecta. El trío ganador para tener una cocina moderna y alicatada es jugar con azulejos, pared pintada normal y papel pintado. Los hay incluso estampados que parecen gresites pequeños, por lo que puede ser una manera diferente de establecer espacios y prioridades con materiales distintos.
Y con dinero. Como ocurre en cualquier proyecto de reforma de viviendas, saber cuánto cuesta solar y/o alicatar la cocina depende de varios factores. Para que te hagas una idea inicial, el presupuesto aproximado de un albañil profesional está comprendido entre los 30 euros y los 40 euros por metros cuadrado. Y debe incluir picar los azulejos existentes en paredes o suelos, desescombrado a un vertedero oficial, cemento cola, alisar superficie, alicatado y rejunteo.