No hay nada como marcarse objetivos de cara al año nuevo, y como la casa va a seguir siendo la protagonista de nuestras vidas, ha llegado le momento de tener un proyecto decorativamente hablando, para cada mes.
Apostar por un golpe de color en casa. A pocos días de saber el color del año según Pantone, lo que hay que hacer es no seguir las normas y pensar en un color que te guste y tratar de encontrarle un hueco. Una pared del salón, una lámpara, unas cortinas, ¡piensa!
DIY como forma de vida, teje una manta, aprende a hacer tapices, apúntate a un curso de cerámica, son formas de aportar tu granito de arena a casa y darle tu personalidad.
Más plantas en casa. Porque sí, porque la naturaleza es vida, porque cuidarlas es un reto, porque aportan alegría y desde luego nos regalan espacios llenos de energía. Así que hazte con una o varias si no tienes, o anímate a ampliar la familia.
Reforma sin reformar, es decir, cambia solo piezas esenciales como el lavabo en el baño o la encimera en la cocina, pinta de otro color algunos muebles y sustituye una lámpara por otra.
Mezcla sin miedo, telas y texturas. La vida es una locura, y darle un toque atrevido a tu hogar puede ser tan fácil como elegir unos textiles llamativos para por ejemplo tu cama, y poner un cabecero con textura, acolchado, efecto espuma, lo que sea.
El papel pintado es un gran aliado y no conoce límites, solo los que tú quieras ponerle. Así que a veces solo es cuestión de buscar una pared cualquiera de esas que tenemos abandonada sin nada, y colocarle uno que te guste.
Los meses en casa nos enseñaron que tener flexibilidad era esencial. Y aunque no queremos tener que volver a pasar por esa situación, lo cierto es que los muebles modulares son una gran idea que permite tener “varias casas” en una sola.
Un rincón de lectura. A veces encontrar un rincón acogedor es solo cuestión de mirar con atención un pequeño espacio en casa y dotarle de pequeños detalles. Cerca de una ventana, en una esquina desaprovechada del pasillo, entre la librería y un tabique. Un pequeño taburete cómodo, una lámpara de pie, una cesta a los pies para la manta y la lectura, y no habrá libro clásico que se te resista.
Las paredes son unas eternas olvidadas, y son el lugar perfecto para convertirlo en una mini galería de arte plagada de láminas, bien de fotos, de recuerdos, de láminas o adornos variopintos. Vivan las paredes decoradas.
¿Y qué te parece restaurar las puertas? ¿Nunca te lo has planteado? Es increíble lo mucho que puede llegar a cambiar el aspecto de una casa si restauras las puertas.
Ordenar la librería por colores, por ediciones o por tamaños. Pero ordenarla. Es una tendencia que se puso de moda hace un par de años y hasta las celebrities contrataban a decoradores e interioristas para que hicieran ese trabajo.
Saca la ropa del armario. No en un sentido literal exactamente, se trata más bien de que tu ropa haga de elemento decorativo, colgándola en burros o estanterías pero no en armarios cerrados.