Salud, educación, estabilidad, cultura y medioambiente e infraestructuras son las cinco categorías que se tuvieron en cuenta a la hora de elaborar el reconocido ranking que lleva a cabo cada año EIU (The Economist Intelligence Unit). Y en primera posición vuelve a situarse Viena, la capital de Austria, lugar que ocupó en 2018 y 2019, por “su estabilidad y su buena infraestructura, respaldada por un buen sistema de salud, y por la basta cantidad de actividades culturales y de entretenimiento”, según refleja el estudio.
Copenhague, Dinamarca, obtuvo el segundo lugar y Zúrich, Suiza junto con Calgary, Canadá, obtuvieron el tercero. Este año se sumaron 33 nuevas ciudades a la encuesta, elevando el total a 172, excluyendo Kiev, debido al conflicto de Rusia-Ucrania.
Clasificado en las categorías de estabilidad, sistema de salud, educación, cultura y medioambiente, e infraestructura, el índice se ha visto influido por la pasada pandemia, pero al empezar a suavizarse las restricciones en la mayor parte del mundo, los rankings de habitabilidad “comenzaron a parecerse a aquellos de antes de la pandemia”, aunque la puntuación media global ha descendido si se comparan con años anteriores.
También merece especial atención las ciudades que más ascendieron en la clasificación, donde llama la atención Fráncfort, que subió 32 puestos respecto al año pasado. Lo mismo sucedió con tres ciudades canadienses que volvieron a estar dentro de los diez primeros puestos. Algunas ciudades de Europa oriental entraron en el ranking a pesar de estar en medio de crecientes riesgos geopolíticos, mientras ciudades en Nueva Zelanda y Australia, incluyendo Wellington y Auckland, cayeron 46 y 33 lugares respectivamente. Sus fronteras cerradas en 2021 mantuvieron una baja cantidad de casos pero elevaron el coste de vida.
Para encontrar alguna ciudad española tenemos que irnos al ranking que habla de las ciudades que más bajaron en la clasificación en los últimos 12 meses, para encontrarnos que Madrid descendió 24 puestos hasta el 43 y Barcelona 19, ocupando el 35. Y las peores para vivir, que por desgracia también las hay, son Teherán en Irán, Douala en Camerún y Harare en Zimbawe.